El financiamiento de litigios en Dinamarca
El financiamiento de litigios por terceros, también conocido como third party funding (TPF), ha ganado terreno en diversos sistemas jurídicos del mundo como una herramienta eficaz para democratizar el acceso a la justicia. Dinamarca, con su sólido marco legal de tradición continental, comienza a explorar con mayor atención las ventajas de este modelo que permite a demandantes solventes pero ilíquidos avanzar con sus reclamos sin asumir los costos inmediatos del litigio. En este contexto, Loopa se presenta como un aliado estratégico que facilita capital a cambio de una participación en el resultado del caso, aportando previsibilidad y liquidez a procesos que, en muchos casos, pueden ser prolongados y costosos.
Una historia reciente de apertura al third party funding
A diferencia de otras jurisdicciones europeas, Dinamarca no cuenta aún con un desarrollo profundo del mercado de financiamiento de litigios. El concepto sigue siendo relativamente nuevo, aunque comienza a ganar reconocimiento, sobre todo en litigios complejos y arbitrajes comerciales. Durante años, el modelo tradicional de asistencia legal pública y seguros de protección jurídica ocupó el rol de principal fuente de apoyo económico para litigantes. Sin embargo, ante el crecimiento de los litigios comerciales internacionales y la necesidad de soluciones de financiación más sofisticadas, algunos estudios jurídicos daneses y partes en disputa han comenzado a explorar el uso de TPF, especialmente cuando se trata de disputas con cuantías significativas.
Marco legal
En Dinamarca, el financiamiento de litigios no está expresamente regulado por ley, pero es perfectamente compatible con los principios generales del derecho danés, de raíz continental. Se trata de un acuerdo privado entre partes, lo cual lo convierte en una figura válida siempre que no contravenga normas de orden público ni principios éticos. El sistema jurídico permite la cesión de derechos litigiosos, lo que sienta una base sólida para estructurar acuerdos de TPF, en los que el financiador puede recibir parte del resultado del litigio a cambio de asumir el riesgo económico. En ese sentido, el TPF encuentra un paralelo con la figura de la cuota litis, que está permitida bajo ciertas condiciones, y se asemeja también a prácticas aceptadas de contingency fee en jurisdicciones anglosajonas.
Aplicación en arbitraje: un terreno fértil para el financiamiento externo
Dinamarca se ha consolidado como una sede atractiva para la resolución de disputas comerciales mediante arbitraje, especialmente en el ámbito nórdico y europeo. El Danish Institute of Arbitration (DIA), con sede en Copenhague, es el principal centro de arbitraje del país y goza de reconocimiento regional e internacional. Sus procedimientos, flexibles y eficientes, son compatibles con la participación de terceros financiadores. El arbitraje internacional, por su complejidad y costo, representa uno de los espacios más naturales para la aplicación del third party funding. En este contexto, el financiamiento externo permite que empresas —incluso pymes— puedan afrontar disputas de gran escala sin comprometer su liquidez. El hecho de que los procedimientos arbitrales en Dinamarca sean generalmente confidenciales, junto con el creciente interés en mejorar la transparencia financiera en estos procesos, abre la puerta a una mayor aceptación del rol de los fondos.
Aplicación en litigios judiciales: una herramienta útil para monetizar procesos largos
A pesar de la eficiencia del sistema judicial danés, ciertos litigios complejos —especialmente aquellos que involucran al Estado, disputas comerciales transfronterizas o procesos con varias instancias— pueden prolongarse durante años. En estos casos, el financiamiento por terceros se presenta como una solución eficaz para acelerar el acceso a recursos, aliviando la carga económica que supone esperar una sentencia firme. Si bien los costos directos de litigación en Dinamarca suelen ser moderados, el valor del financiamiento radica en su capacidad para convertir una expectativa incierta de cobro futuro en liquidez inmediata. En este sentido, Loopa ofrece una propuesta de valor diferencial: monetizar parcialmente el litigio antes del fallo, permitiendo a los demandantes liberar recursos y mitigar el impacto financiero de la espera, especialmente en casos contra entidades públicas o de difícil resolución.
Conclusión: un mercado con potencial para el crecimiento
El financiamiento de litigios en Dinamarca se encuentra en una etapa de consolidación, con un entorno jurídico estable, instituciones confiables y un interés creciente por soluciones innovadoras en la gestión de riesgos legales. La ausencia de una regulación restrictiva y la existencia de mecanismos jurídicos compatibles con los principios del third party funding lo convierten en un mercado con gran potencial. Loopa se posiciona como un actor clave para acompañar este proceso, ofreciendo capital, experiencia y tecnología al servicio de demandantes y despachos que buscan transformar litigios en oportunidades. En un contexto donde el acceso a la justicia no debería depender de la capacidad financiera, el financiamiento externo se convierte en un aliado estratégico para quienes buscan resolver disputas con criterio económico y visión a largo plazo.
