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¿Es deuda?

No. La financiación de litigios no es una deuda en el sentido tradicional. Aunque implica el desembolso de capital por parte de un fondo externo, como Loopa, no genera una obligación de repago incondicional para el cliente. Si el caso no tiene éxito, el capital aportado no se devuelve, y no se genera ningún tipo de carga financiera posterior. Este modelo se conoce como financiación "non-recourse": el fondo solo recupera lo invertido (y una ganancia previamente acordada) si se gana el caso o se obtiene una recuperación económica efectiva. Si el litigio o arbitraje no tiene un resultado favorable, el cliente no debe reembolsar nada. ¿Cómo se diferencia de una deuda convencional? A diferencia de un préstamo bancario o una línea de crédito tradicional: No hay cuotas ni pagos mensuales No se generan intereses financieros acumulativos No se exige garantía patrimonial personal ni empresarial No se registra como un pasivo financiero tradicional en el balance contable (aunque puede haber otros efectos según las normas contables locales) El capital aportado por Loopa no aparece como deuda porque su devolución depende exclusivamente del éxito del caso. No hay obligación legal de repago si el resultado es negativo, lo que convierte esta herramienta en una forma eficaz de financiación sin riesgo financiero para el cliente. ¿Cómo se registra en la contabilidad? La clasificación contable puede variar según la jurisdicción y el marco contable aplicable (por ejemplo, NIIF/IFRS o normas locales). En general, como no se trata de una obligación firme de repago, no se reconoce como un pasivo financiero exigible, sino como un ingreso contingente o una financiación con características similares al capital de riesgo. En operaciones más complejas, especialmente en empresas con reporting consolidado o que cotizan en mercados regulados, puede requerirse un análisis específico. En esos casos, Loopa puede colaborar con los equipos legales y contables del cliente para estructurar la operación de forma clara y alineada con los requisitos regulatorios. En resumen, la financiación de litigios no es deuda convencional, ya que no impone una obligación de devolución automática. Es una forma de financiación de riesgo, en la que el fondo solo recupera lo invertido si el caso se gana. Esto permite a empresas, particulares y estudios jurídicos avanzar con sus reclamaciones sin afectar su balance ni asumir nuevos pasivos financieros. ¿Quieres financiar un caso sin endeudarte? Con Loopa, el riesgo es nuestro.